jueves, 4 de marzo de 2010

Verdades sobre Starviewer. Unos hacen la ciencia, otros la tratan como a una vulgar fulana

*ACTUALIZACION 5 DE MARZO:
Starviewer ha cerrado definitivamente sus comentarios. NHC me hace saber un par de detalles sobre el copyleft:
El copy left no permite q otros se adueñen de tu trabajo. Siempre hay q poner la fuente y no mentir...
Y otra, es que el copyleft se aplica a lo publikado... El informe de Dadrev nunca fue publikado por orden expresa de su autor
...

Arrojando luz a los siguientes comentarios, en los cuales se me ha vetado toda respuesta, en una muestra clara de la censura que opera en el blog:
http://starviewer.wordpress.com/2010/03/03/carta-a-los-ex-miembros-del-team/
Por alusiones, la siguiente exposición es la respuesta a los insidiosos comentarios que Rafael López Guerrero, desde su página http://starviewer.wordpress.com/, ha vertido sobre mi persona y otros compañeros que, con toda la buena voluntad y afán de trabajo, entramos a formar parte de Starviewer a mediados del año pasado. Nuestro abandono fue producto de una decepción tras otra. NHC, Dadrev, Ariel, y yo mismo, fuimos diciendo adiós, sin que los lectores y comentaristas fuesen mínimamente conscientes de qué motivó nuestra partida, menos aun de la existencia de la misma.
Conviene saber algo a quienes -hoy por hoy- leen y valoran la página en cuestión: Durante el verano de 2009, el equipo estaba formado por sólo cuatro personas, a pesar de que desde la página se insistía una y otra vez que había cientos de científicos involucrados en el proyecto. Mentira que fue saliendo a la luz poco a poco, hasta que personalmente comprendí que Rafael es un mentiroso compulsivo, alguien mentalmente frágil que se ha construido su propia realidad; la cual orbita alrededor de su deficiente percepción, completamente carente de rigor.
La última de sus mentiras me ha obligado a expresarme una vez más acerca de su persona y su decadente proyecto de manipulación. Dice, torciendo la realidad a su gusto para no quedarse con el culete al aire, que nosotros -los exStarviewers- ‘llevamos meses amenazando’. Debe haber perdido los últimos restos de cordura que le quedaban; jamás, desde aquel nefasto espectáculo que nos ofreció con el asunto del ovni gallego, he hablado con Rafael. Sólo ahora, viendo su patológica actuación, por alusiones, me he decidido a escribir en su blog, por cierto, para ser censurado por completo.
‘Simplemente hay disgusto por parte del antiguo equipo que “desertó” en masa del Team, porque no supo soportar la presión mediática, ni tener la paciencia suficiente para distinguir la presión de la verdad’, dice este individuo. Lo que no tuvimos fue la indecencia de soportar cómo López Guerrero dinamitaba el sentido común y la honestidad. No toleramos que se contase con nosotros para engañar a los lectores con su huida hacia delante, sin reconocer ni uno sólo de sus clamorosos errores.
No hubo, como él dice, ‘presión mediática’, sino incompetencia por su parte para analizar cualquier caso con un mínimo de seriedad. De ahí que jamás haya tenido una maldita prueba que haga sólida su hipótesis sobre el caso gallego. Aquel fue el comienzo y las primeras descalificaciones hacia quienes le pedían que hiciera uso de la humildad, la rectificación y la sensatez; luego vinieron las otras meteduras de pata: cómicos videos que él daba categóricamente como reales, uso de documentos que no le pertenecen, y demás exo-estupideces. Sus ‘evidencias’ científicas han colocado el debate a ras del suelo fangoso, donde merodea la fe ciega que se le exige a los creyentes. Y ahí acabó la historia. Hoy, cocido en su propio caldo de paranoias, soberbia, dogmas, y manipulación, Rafael López Guerrero no es sino un mellizo de aquel otro Rafa de la Federación Galáctica. López Guerrero no perdió la objetividad por el camino, simplemente nunca la tuvo. Lo último ha sido la publicación de un informe sobre la Enana Marrón, cuyo autor no fue –en absoluto- Rafael. De la misma manera que se apropia del trabajo de Dadrev, verdadero autor del informe, su oportunismo ya quedó en evidencia cuando se puso manos a la obra -meses atrás- para captar la atención de Rafa Palacios, popularmente conocido como Rafapal. López Guerrero no es ciego y desde el primer momento fue plenamente consciente de que Rafapal es un charlatán. Pero sus exo-intereses le hicieron minimizar esas evidencias en pos de hacerse con una audiencia más amplia. Sí, López Guerrero, el científico, optó por acallar todo espíritu crítico, haciéndose amigo del mesías de la Federación Galáctica. Todo vale cuando se pretende ser popular, y Rafael López siempre tuvo ese objetivo; a pesar de la opinión de los demás miembros del equipo. En numerosas ocasiones le hice saber que dar ese paso supondría sacrificar rigor y seriedad, algo que –visto lo visto- no parece le importara demasiado. La elección fue muy explícita: cantidad antes que calidad. Y estos son sus catastróficos resultados. A ello hay que sumar la incorporación, por cuenta de Rafael, del Sr. Neville, cuyas continuadas faltas de respeto a los lectores escandalizaron a cualquier persona honesta. Tanto ego, tantos delirios de grandeza y soberbia, acabaron por forzar nuestra salida. Nada hay más dramáticamente perverso que culpar a los demás de la incompetencia propia. López Guerrero ha sido un maestro en ello. Cada comentario de los lectores que pedía evidencias serias, exigiendo rectificaciones, acababa siendo calificado como la oscura obra de debunkers.
Personalmente, si Starviewer y los mesías de su calaña son lo único que estos tiempos críticos es capaz de parir, prefiero el actual estado de las cosas. Pues nada hay más mezquino que la sutil manipulación ejercida por quienes como él, se autoproclaman liberadores, maestros, expositores de la verdad. En verdad, Starviewer, en su manifiesta incapacidad para reconocer la patológica deficiencia de su método ‘científico’, y en su carencia de humildad, es un ejemplo inmejorable de la decadencia humana. Y todo, a mi entender, por las limitaciones psicológicas y éticas de su pontífice, un hombre borracho de egocentrismo que aspira a estar un día en las páginas de las enciclopedias.
Estimados lectores: nadie de los exmiembros quiso nunca ‘derribar la línea de flotación de este blog’, como dice el paranoico Rafael. A la vista está que lo que pretendimos fue evitar que nuestra honestidad se hundiese junto a la suya, que naufragó por voluntad propia. Tampoco es verdad que nos ‘fastidie que se haya consolidado una línea de trabajo internacional’. Principalmente, porque no existe tal cosa llamada ‘línea de trabajo internacional’. No engañes a la gente, Rafa. Sé honesto por un solo instante y diles la verdad. Confiesa tu afán por abrir camino al Disclosure Project y sus amistosos aliens. Confiesa que te gusta la fama, que no te interesa ser escrupuloso con el trabajo porque crees que los ‘pescaditos’ que se acercan a tu página se comen cualquier cosa que tú les pongas, pues lo importante es pescarlos. Y confiesa que el proyecto original, aquel en el que se suponía que la ética (derivado de la conciencia) primaría por encima de todo, lo traicionaste tú. Tú y tus mentiras, imprudencia y soberbia.
Dicho esto, eres libre de seguir con tu espectáculo de humor conspiranoico, que es en lo que convertiste un proyecto en el que yo puso mi nombre, ilusión y esfuerzo.